Sabemos lo difícil que resulta tener un peludito gatuno y no rendirse a sus caprichos, ¡es que son tan monos! Sin embargo, si nos dejamos llevar por estos genios de la manipulación podemos llegar a causarles más mal que bien, ya que, como sabemos, un gato obeso es en realidad un gato que no está sano y puede llegar a desarrollar muchos problemas de salud derivados de su sobrepeso.
Hemos enumerado 5 errores comunes que solemos cometer los que tenemos gatos, por desconocimiento o por debilidad (es duro tener esos ojillos felinos mirándote fijamente mientras te maúlla suave e insistentemente y te da con la patita, y no caer en la tentación de darle lo que te pida), que quizás ni siquiera te das cuentas que cometes y que, si consigues ser fuerte y evitarlos, conseguirás un gatito más sano y feliz.
¡A por ellos, resístete, tú puedes!
1. Proporcionarle una alimentación inadecuada y dejarlo todo el día tumbado sin moverse.
Con alimentación inadecuada no nos referimos a que le des piensos de mala calidad, sino, quizás, no los más recomendados a su estado concreto. Por ejemplo: si un gato está esterilizado; si es un senior; es una gata en estado de gestación o lactancia; es un baby; etc., cada uno de ellos necesitará una dieta adecuada a su momento vital. Afortunadamente hoy hay en el mercado multitud de variedades de piensos ideadas para cada uno de ellos. Consulta con tu veterinario cuál es la mejor dieta para tu gatito. Es quien mejor te podrá aconsejar.
Tampoco sirve de nada darle una alimentación adecuada y dejarle todo el día tumbado en el sofá. Lo mejor es incitarlo a que se mueva dedicando, al menos, 20 minutos al día a jugar con él. Es tiempo que disfrutaréis los dos.
2. Dale cualquier cosa
Aunque los gatos siempre tienen que tener libre acceso a la comida, eso no quiere decir que puedan comer cualquier cosa. Asegúrate de que los alimentos que le das a tu gatito son los adecuados para él.
3. Rendirte a sus manipulaciones y estratagemas para conseguir más comida.
Los que tenemos gatos, o mascotas en general, sabemos los persistentes que pueden llegar a ser hasta conseguir lo que quieren, que, generalmente, es comida.
Si le pones su cuenco en una habitación diferente a la que suele pasar el día, o lejos de la cocina, el gato dejará de asociar su estancia habitual a la comida, y será más fácil acostumbrarlo a comer a sus horas.
4. Compartir con él tu comida humana.
Si le das comida de tu plato o dejas que lo lama al final, le estarás haciendo un flaco favor a tu gatito. La comida humana además de ser un aporte extra de calorías para ellos, puede contener, sin que lo sepamos, alimentos tóxicos o peligrosos para los gatos, como son, por ejemplo, el ajo y la cebolla.
Tampoco es recomendable darles leche de vaca. Aparte de que la mayoría de los gatos adultos son intolerantes a la lactosa, la leche de vaca, al ser más pesada para ellos, puede producir problemas estomacales incluso a los bebés gatitos.
5. Seguir pensado: “pero si mi gato no está gordo”
Es un hecho muy común entre los papás gatunos no darse cuenta de que su minino está gordo o va ganando peso paulatinamente. Es importante saber reconocer visualmente cuándo el gato va aumentando su tamaño, ya que, al igual que nos pasa a nosotros los humanos, es más fácil prevenir la obesidad que revertirla.
¿Te parece que puedes evitar estos errores? Entonces, vas por buen camino, tu gatito podrá mantenerse en forma y con buena salud.
Cuéntanos qué otros errores, que no hemos enumerado, has cometido tú para que tu gatito tengo sobrepeso. Y si conseguiste solucionarlo. ¡Anímate a contarlo, puedes ayudar a otros a evitarlos!