EXPERIENCIAS

Hemos creado esta sección para que compartas con nosotros y con  el resto de propietarios,  aquellos momentos significativos que has vivido con tu gato y por lo que probablemente este pasando otra persona.

Mándanos tus experiencias a info@katoclinicafelina.com

Leucemia felina, conviviendo con la enfermedad.

Esta es la historia de Martina…

Martina llegó a nuestras vidas el 27 de Noviembre del 2015, tenía tres mesecitos y pesaba tan solo 500 gramos…estaba muy desnutrida, llenita de pulgas y heridas. Inmediatamente la llevamos al veterinario y no nos dio más información de lo que se veía a simple vista, lo que si nos dijo que como venía de la calle, había que ponerle la vacuna del VLFe, pero antes había que realizarle una prueba, una simple extracción de sangre, para descartar que estuviese contagiada ya. Nunca habíamos tenido ningún gatito, nos sonaba un poco a chino todo, pero estábamos convencidos de que iba a salir negativo. Todo lo contrario… salió positivo..en ese momento se nos vino el mundo abajo, no teníamos ni idea de lo que se trataba realmente, con lo mas que estaba y esa noticia, pensábamos lo peor. Buscamos información de clínicas veterinarias en Sevilla y dimos con Kato. Germán le hizo un estudio muy detallado, le repitió la prueba y evidentemente volvió a salir positivo. Nos habló detenidamente de la enfermedad, quitándonos todas las dudas que teníamos y llenándonos de optimismo. Siempre nos decía que tiene que estar más vigilada que un gatito totalmente sano, pero que tenía que tener una vida completamente normal, como cualquier gato. Y así es, después de casi un año Martina pesa 4.600 gramos, es muyyy comilona y muyy juguetona. A simple vista es una gata sana, con muchísima vitalidad. Se ha convertido en la reina de la casa llenándola de felicidad y así será por muchísimos años más!!!

Martina, Isabel Y Ruben

Adoptar un gato adulto. Atenas, la abuela de retiro

Desde que decidimos tener una mascota tuvimos claro que queríamos un gato como mascota. Nuestra duda era si adoptar un gatito pequeño o uno ya adulto.Y mientras nos decidíamos, surgió la oportunidad de adoptar a Atenas.

Se nos plantearon algunas dudas:

¿Se lograría adaptar a nuestra familia?, ya que tenemos un peque de solo 2 años, y ya se sabe como son los niños.

¿Se estresaría mucho con el niño?

Nuestras dudas desaparecieron en pocos días ya que Atenas no tardo en adaptarse a su nueva familia. Al principio estaba mas timida y se acercaba poco, pero día tras día fue ganando confianza y en una semana ya tenia su sitio en el sofá. Ahora se echa sus siestas mientras el resto escuchamos sus ronquidos de fondo y al llegar a casa nos recibe con su peculiar maullido e incluso el pequeño de la casa busca a “Ahenas” para darle un besito y un abrazo fuerte.

Ya llevamos seis meses con ella y estamos muy contentos de haber tomado esta decisión y darle una oportunidad a un gato de 10 años, que probablemente de otra manera le hubiera costado mucho encontrar un nuevo hogar.

Mª Isabel, Manuel, Guillermo y Atenas

La esterilización de Cati, una nueva vida tras la cirugía

Cati a la que cariñosamente llamamos “mami”, era una gata muy intranquila antes de castrarla. Cuando le entraba el celo se ponía especialmente nerviosa, y no tenía ganas de muchos amigos……
Desde que la hemos operado, ha cambiado por completo, está más tranquila, cariñosa y hasta más guapa!!
Ha cambiado por completo con toda la familia y especialmente con los niños, nunca pensé que Cati podía tener tanta paciencia.
Ha sido una decisión aconsejada por nuestro veterinario en la que hemos ganados todos, tenemos a nuestra “fierecilla” domada y estamos tranquilos en cuanto al aumento de nuevos miembros en la familia.

Gloria y Cati

El gran día de Luk, ¡Su esterilización!

   Para mi, la esterilización de Luk era algo completamente nuevo, puesto que es mi primer gatito. No sabía muy bien si tendría complicaciones o si mi gato pondría mucho peso y se volvería vago. Además, escuchas muchos comentarios de gente de alrededor: “¡Pobre gato!”.”Verás ahora la de kilos que va a coger”. “Ya no va a jugar contigo como hasta hora”. etc. 

   Sin embargo, Germán concertó una cita conmigo y con Luk para contarme los beneficios de la esterilización (no marca en la casa, disminuye su estrés y el mío, no sale por los tejados en busca de alguna gatita…), además, de las posibles complicaciones (como en cualquier intervención). También me explicó todo el proceso desde el tiempo que tendría que estar sin tomar nada, hasta que saliese de la clínica y volviese a casa.

   Recuerdo que Germán me lo explicó todo muy claro y sencillo y salí con mucha tranquilidad y confianza. De hecho, me daba un poco de reparo por ser una intervención, pero estaba tranquila porque sabía que estaba en muy buenas manos. Además, nada más terminar la intervención, Germán me llamó por teléfono, me dijo que todo había ido bien y que Luk estaba tranquilo y comiendo, que tendría que estar unas horas más en la clínica para observarlo y ya me llamaría de nuevo para recogerlo.

Así que en el mismo día, Luk estaba en casa y yo estuve relajada, aunque con ganas de tenerlo conmigo.

   ¡Mi gato ahora sigue siendo el mismo que antes! Sólo que tengo que darle un pienso especial para que no suba de peso porque está más relajado (aunque le vino bien porque era muy nervioso). Estoy con la tranquilidad de que no marca ni marcará en la casa y no sale por los tejados a buscar gatitas. Yo lo veo feliz, con nosotros.

 

Luk y Claudia

La familia crece, gatos y embarazo

Una de las mayores preocupaciones que le entra a tu entorno cuando te quedas embarazada es ¿qué vas a hacer con los gatos? Muchas personas deciden, por presión externa o decisión propia, deshacerse de sus mascotas cuando se quedan embarazadas por los miedos, las leyendas urbanas y el temor generalizado a que los gatos te “vayan a pegar algo” o “le cojan celos al bebé”.

Lo primero es que si mantienes unos hábitos de higiene normales incluyendo lavado de manos, lavado de frutas y verduras, limpieza general de tu hogar y de tus mascotas, no tiene por qué haber ningún problema. La única precaución extra que yo tomé durante el embarazo fue evitar limpiar los areneros durante el primer trimestre del embarazo, tarea que hacía mi marido exclusivamente. A partir del 4-5 mes volvimos a dividirnos el trabajo. Lo que fue sorprendente fue el cambio de actitud de los dos durante todo el embarazo, no se despegaban de mí, me tumbaba en el sofá y los dos se ponían alrededor, mucho más mimosos de lo habitual, creo que “huelen” tu sensibilidad y te dan más confort del que ya dan normalmente.

En cuanto al bebé, mientras yo estaba aún ingresada, mi marido traía la ropa y se la daba a oler, para evitar nuevos olores extraños de golpe. Obviamente hay que tener un poco más de cuidado, pero no obsesionarse. Algo que me costó hacer, pero que consideré oportuno durante un período de tiempo fue no dejar a los gatos dormir en mi dormitorio, ya que tenía la cuna del bebé dentro. No es nada relacionado con el miedo a que lo agredan, sino que buscando el calorcito, no estaba segura de que se fuesen a tumbar a los pies de la cama y no en la cabecera de la cuna. Ahora que el niño está en su cuarto, estamos esperando a que pase definitivamente a la cama para volver a dejarlos entrar. ¿Y la relación entre ellos? Ahora que está empezando el enano a interaccionar más, los dejamos juntos para que aprendan a jugar y por ahora ningún problema. En este caso, sí que habría que tener en cuenta el carácter habitual del gato, si es tranquilo, si se deja hacer, si es nervioso o responde bruscamente… Los nuestros afortunadamente son de muy buen carácter y por eso no hemos puesto especial énfasis en separarlos del niño, al revés, estamos deseando ver cómo su relación va creciendo poco a poco!

Bea, Indi y Princesa