Seguramente, si estás pensando en adoptar un gatito, también serás consciente de que tarde o temprano, necesitarás llevarlo al veterinario para asegurarte de que todo está bien. Y déjanos decirte que la elección no es nada fácil.
Sabemos que quieres lo mejor para tu pequeñín y una de las cosas que más importancia tienen para que estén bien sanos es contar con un buen aliado que lo cuide, lo mime como tú lo harías. Esa persona es su veterinario felino.
Debes asegurarte de que el veterinario es el adecuado para tu gato, ya que va a tener que ir a consulta muchas veces.
Siempre es bueno pedir consejo a quien ya conoces y sabes que tiene un gatito, aunque lo mejor es que vayas y lo veas por ti mismo: cómo son las instalaciones, qué equipamiento tienen, qué trato tiene el personal con los mininos, qué servicios ofrecen… Todo cuenta para hacer una buena elección.
Conoce al veterinario antes de que el gato se ponga malito
Sí, claro, la misión del veterinario es curar y sanar a los gatitos, pero si esta tarea es importante, igual o más importante es la de prevención. Es verdad que hace unos años, solamente llevábamos a nuestros gatos al veterinario en caso de que estuviesen malitos, pero hoy en día, por suerte, cada vez somos más los que lo hacemos para prevenir: alergias, enfermedades, vacunación, chip…
Si lo que tienes es un gatito cachorrín, entonces es clave que lo lleves a consulta los primeros meses para detectar cualquier problema posible. Además, si los llevas antes de enfermar, tu gato se acostumbrará al centro y a las personas, con lo que estará más tranquilo cada vez que llegue.
¿Qué tener en cuenta?
Si vas a llevar a tu gato al veterinario por primera vez, no te vendrán mal estos consejillos para que su experiencia sea más positiva. Aunque depende de cada facultativo, por lo general, deberás llevar toda la documentación médica que tengas de tu pequeñín, y si tiene chip o seguro médico, también.
Puedes preparar un transportín que le sea cómodo con una mantita suavita y blandita, y si quieres, para tranquilizarle más, puedes rociarla con Feliway o similar.
Tu veterinario te preguntará de todo acerca de tu gato: hábitos alimenticios, si hace o no ejercicio, si es tranquilo o no, si lo has vacunado… todas esas preguntas tienen que tener una respuesta, y si no estás seguro, díselo también.
Es importante llegar con tiempo a consulta, porque antes de entrar seguramente tendrás que cumplimentar formularios. Luego pasarás a la sala de exploración, donde se le tomará la temperatura al gato y lo pesarán, y luego, el veterinario lo explorará.
Cuando acabe, el veterinario te comentará lo que sea necesario saber para ti, y prescribirá medicación en caso de ser pertinente. Debes seguir las pautas a rajatabla.